Manuel Portas: “Dar el salto de la docencia a la literatura a los 50 años es una osadía por mi parte”

Entrevista a Manuel Portas en Faro de Vigo:
“(…) – Faro de Vigo (FdV): En su libro [Un dedo manchado de tinta], la ciudad de Compostela es el marco en el que se mueven variopintos personajes, ¿por qué eligió ese formato para narrar su novela?
– Manuel Portas (MP): En realidad se trata de cinco historias y una sexta que sobrevuela a todas las demás. En el libro se cuentan aspectos que están en la vida de la gente común porque cada figura de la obra, un funcionario municipal, un vendedor ambulante senegalés, una mujer que se debate entre su hija y su amor por el hombre encarcelado acusado de violarla, una sindicalista y madre incansable, y una investigadora, son, sobre todo, gente común. El juego están en el primer personaje, que toma la palabra como autor de la obra y que engancha al final con las otras cinco historias que se cuentan.
– FdV: ¿Docencia y literatura son tareas fáciles de compaginar?
– MP: Es un gusto especial. Desde luego, son tareas complementarias, sobre todo, para conocer la reacción de los chavales. Tengo que decir que no escribo para críos sino por placer. Además, también me interesan las valoraciones que puedan realizar los críticos y de los lectores anónimos, cuyas opiniones te van llegando. En mi caso, tengo que reconocer que dar el salto de la docencia a la literatura a los 50 años fue una toda una osadía por mi parte.
– FdV: ¿Fue determinante impartir clases de literatura para atreverse a dar ese osado salto del que habla en la cinquentena?
– MP: Lo verdaderamente determinante es que me gusta la literatura. Si estudié Filología fue porque, también, me atraía mucho la literatura, pero no se puede decir que sea causa-efecto a la hora de explicar mi decisión de ponerme a escribir. (…)”