Entrevista a Carlos Callón na revista mexicana M Semanal

Entrevista a Carlos Callón na revista mexicana M Semanal:
“(…) M Semanal: En su libro [Amigos e sodomitas] cuenta esta historia de Pedro y Muño y la sitúa en su contexto, uno de tolerancia entre uniones de varones en aquella época. ¿Qué ocurrió cinco décadas después en aquella Europa premoderna?
– Carlos Callón: Podemos datar a comienzos del siglo XI el inicio del odio al homosexual con la forma y la fuerza que conocemos hoy. Por mucho que haya quien se quiera empeñar en decirnos lo contrario, que la homosexualidad siempre ha sido perseguida o cosas parecidas, la documentación es muy testaruda. El prejucio homófobo no es natural e instintivo, sino social e histórico. (…)
Lo paradójico del intento de falsificación histórica que se produce es que se conservaron muchos textos en los que se satirizaba o condenaba la homosexualidad, por lo que acabamos sabiendo mucho de ella en esos siglos oscuros. Alfonso V, por ejemplo, dio orden de quemar todo lo que tuviera que ver con los sodomitas y su pecado. La idea del pecado nefando —que no puede nombrarse— es la que prima en esta bibliocastia ordenada por este rey. La valentía del texto de Carlos Callón, que también aborda el tratamiento de la homosexualidad en los cancioneros y poesías medievales cristianas y árabes de la Edad Media en España, radica sobre todo en que se salta la ñoña concepción historiográfica que mantienen muchos de los historiadores españoles, formados en la dictadura de Franco bajo los ejes y ojos católicos más retrógrados. Sus conocimientos como filólogo y su cercanía al mundo LBGT consiguen hacernos ver con otro prisma aquellos siglos, y querer, por ejemplo, buscar por Santiago de Compostela la calle medieval de las prostitutas, Moeda Vella (moneda vieja), a escasos 50 metros de la Catedral de uno de los focos de la Cristiandad, lugar donde el trovador Joán Vasques de Talaveira sitúa a unas lesbianas soldadeiras (prostitutas a sueldo o para satisfacer a los soldados; es bien sabido que los mayores focos de prostitución estaban —¿están?— donde había soldados y ejércitos) y compone un cantar para burlarse de ellas.”